El servicio de jurado es una de las responsabilidades cívicas más importantes a las que cualquiera puede ser convocado, pero en ocasiones, esa llamada puede ser un intento de estafa. Los estafadores se aprovechan del miedo de las personas ante posibles arrestos o sanciones legales, perpetrando esquemas fraudulentos que se disfrazan de comunicaciones oficiales del gobierno.
Las estafas relacionadas con el servicio de jurado han sido advertidas durante más de una década por los tribunales de Estados Unidos, aunque su alcance se extiende más allá de América del Norte. En el Reino Unido, instituciones de comercio han denunciado mensajes engañosos que amenazan con multas por no presentarse a jury duty.
Los objetivos de estas estafas suelen recibir una llamada, un mensaje de texto o un correo electrónico de alguien que finge ser un funcionario judicial o policial. Los estafadores afirman que la víctima no se presentó a su jurado y exige el pago de una multa, a menudo solicitando información personal que pueden vender en la dark web o utilizar para cometer fraudes de identidad.
Para identificar estas estafas, hay señales claras a las que prestar atención. Un lenguaje amenazante es una táctica común para generar ansiedad en la víctima, haciendo que se sientan más propensas a pagar. Además, los correos electrónicos fraudulentos suelen incluir logotipos que parecen legítimos, pero al revisar la dirección de envío, se puede descubrir que provienen de una fuente completamente diferente. Las demandas urgentes de pago son otra característica reveladora, ya que ninguna agencia gubernamental solicitaría una transferencia de fondos por teléfono.
Para mantenerse a salvo, es fundamental estar alerta y no ceder ante la presión. La mayoría de los tribunales envían notificaciones por correo postal, y los llamados a pagar multas por no presentarse son generalmente engañosos. Si se recibe una comunicación sospechosa, es recomendable no hacer clic en enlaces proporcionados y verificar la información contactando directamente a la autoridad pertinente.
Si alguien ha caído en la trampa, se sugiere actuar rápidamente: colgar la llamada, anotar la información relevante y reportar el incidente a las autoridades correspondientes. Además, es vital monitorear las cuentas bancarias y considerar congelar el crédito para protegerse contra posibles futuros fraudes. Mantener la calma y no dejarse intimidar son claves para enfrentar estas amenazas.
Fuente: WeLiveSecurity by eSet.