A veces, para obtener una mejor protección, el usuario cree que tener dos programas antivirus diferentes corriendo en simultáneo garantizará el doble de chances de recibir un ataque, pero los análisis más recientes demuestran que en realidad es contraproducente. La primera consecuencia negativa de tener dos antivirus, es crear una falsa sensación de seguridad, pero además pueden surgir inconvenientes gracias de acuerdo al tipo de programas que corramos en simultáneo.
El bloqueo mutuo es uno de los grandes problemas al usar dos antivirus a la vez. Los programas de este tipo rastrean cualquier movimiento en el sistema, ya sea la monitorización de información o su envío a otros servidores. Un antivirus hace exactamente eso, por lo tanto será detectado como malware por el otro antivirus, creando un ciclo infinito de detección y bloqueos.
Si tienes dos antivirus, puede que recibas numerosas notificaciones de ambos, ni bien detectan un virus, lo envían a cuarentena y tratan de eliminarlo. Ahora, los dos antivirus funcionando a la vez implican el doble de avisos de detección y eliminación, cuando no más.
La ralentización del sistema es otro punto, quizás el más notorio. Un programa antivirus requiere memoria para correr y funcionar correctamente, estamos ante un programa que sirve como pilar para el rendimiento general de la PC, así que se entiende que necesite velocidad para hacer análisis y escaneos, si tienes dos corriendo a la vez es probable que notes una reducción en la velocidad de otros procesos.
Así que, a la hora de elegir tener dos antivirus en simultáneo, es mejor revisar cuidadosamente cual funciona mejor. Te ahorrarás dolores de cabeza, falsos positivos y decenas de notificaciones repetidas, entre otras cosas. ¿Aún así quieres instalar los dos? Busca los que tengan mejor compatibilidad para evitar conflictos.