En los últimos meses, un nuevo tipo de estafa ha comenzado a proliferar entre los usuarios de WhatsApp, poniendo en riesgo su información financiera y personal. Esta táctica, centrada en el uso no autorizado de la función de compartir pantalla durante video llamadas, ha sido denunciada en diversas partes del mundo, incluyendo el Reino Unido, India y Hong Kong, donde ya se han registrado pérdidas millonarias.
El modus operandi de los estafadores es simple pero efectivo. Todo inicia con una videollamada desde un número desconocido, en la que el estafador se presenta como un representante de un banco, un agente de soporte de WhatsApp o incluso un amigo o familiar en apuros. Para ganar credibilidad, suelen suplantar números locales y mantener la cámara apagada o con una mala calidad de imagen para ocultar su identidad.
Luego, el estafador genera un sentido de urgencia, alertando sobre cargos no autorizados en la tarjeta de crédito o una supuesta sesión abierta en otro dispositivo. El objetivo de esta táctica es provocar pánico y empujar a la víctima a actuar sin pensar. En este punto, se solicita compartir la pantalla del teléfono con el fin de «resolver» el problema.
Una vez que la víctima accede a compartir su pantalla, el estafador busca guiarla para que instale aplicaciones de acceso remoto legítimas, como AnyDesk o TeamViewer. Una vez que tienen acceso a la pantalla, pueden visualizar mensajes de texto y códigos de verificación de WhatsApp. Esto les permite tomar el control de la cuenta de la víctima y, posteriormente, acceder a información personal como contraseñas y códigos de autenticación de dos factores.
Los daños pueden ser devastadores; tras obtener esta información, los estafadores pueden vaciar cuentas bancarias y hacerse pasar por la víctima, atacando a amigos y familiares. La naturaleza furtiva de estas estafas hace que muchas personas no se percaten de que han sido engañadas hasta que es demasiado tarde.
Para protegerse de esta creciente amenaza, es crucial que los usuarios mantengan una actitud escéptica. Nunca se debe compartir la pantalla con desconocidos, menos aún durante una llamada no solicitada. Si un número desconocido se comunica haciéndose pasar por una entidad confiable, es recomendable colgar y contactar directamente a dicha institución a través de sus canales oficiales.
Además, es fundamental no compartir contraseñas ni códigos de verificación en llamadas telefónicas, y evitar instalar aplicaciones de acceso remoto a pedido de desconocidos. La verificación de información alarmante con fuentes independientes también es un paso importante para evitar caer en la trampa, así como activar la verificación en dos pasos en aplicaciones como WhatsApp para incrementar la seguridad de la cuenta.
El auge de este tipo de fraudes es un recordatorio de que la ingeniería social sigue siendo una de las herramientas más poderosas en el arsenal de los cibercriminales. Tomar precauciones y mantener la vigilancia es la mejor manera de evitar convertirse en una víctima de estas estafas.
Fuente: WeLiveSecurity by eSet.

