Recibir un paquete que no recuerdas haber pedido podría ser una señal de que tus datos han sido comprometidos, y que es probable que se avecinen más problemas de fraude. Con las ventas globales de comercio electrónico proyectadas para superar los 6.4 billones de dólares en 2025, el auge de este sector digital trae consigo no solo conveniencia, sino también amenazas ocultas.
Los estafadores han encontrado maneras de explotar el sistema. Mediante un esquema conocido como «brushing», los vendedores envían paquetes a direcciones aleatorias que, aparentemente, pertenecen a personas al azar. El objetivo no es el altruismo, sino inflar fraudulentamente las calificaciones de sus productos en plataformas de comercio electrónico. Al enviar un artículo de bajo valor, el estafador puede crear cuentas falsas y dejar reseñas de cinco estrellas, mejorando así la visibilidad del producto.
La mecánica del fraude es sencilla: los estafadores obtienen listas de nombres y direcciones, a menudo disponibles en foros de cibercrimen, y utilizan esta información para crear una cuenta de comprador falsa en un sitio de ventas en línea. De esta manera, «compran» el producto que envían a la víctima, quien generalmente solo se entera de la situación al recibir el paquete.
Aunque la llegada de un paquete sin solicitar podría parecer inofensiva, no lo es. Puede ser un indicativo de que tus datos personales están siendo compartidos entre estafadores, lo que aumenta el riesgo de robos de identidad. En algunos casos más peligrosos, el paquete puede incluir un código QR que, al ser escaneado, dirige a la víctima a un sitio de phishing diseñado para robar más datos personales o instalar malware.
Para quienes desconectan su mente ante la llegada de regalos inesperados, es crucial reconocer las señales de alerta. Un artículo de bajo valor sin registro de compra, una dirección de devolución vaga o faltante, o la presencia de un código QR son claras banderas rojas. Revisar cuentas de e-commerce y vigilar extractos bancarios puede ayudar a identificar cualquier actividad suspecta.
Si recibes un paquete inesperado, es recomendable seguir ciertos pasos para minimizar riesgos. Primero, verifica con tu familia o amigos si ellos han hecho un pedido a tu nombre. Evita escanear códigos QR sospechosos, y asegúrate de que no haya transacciones no autorizadas en tus cuentas. Además, reporta el caso al marketplace correspondiente, que debe tener un lugar dedicado para denunciar este tipo de estafas.
Para prevenir tales incidentes, es importante mantener a raya la exposición de tus datos personales en línea. Proteger tus cuentas con autenticación de múltiples factores y limitar la información compartida en redes sociales son maneras eficaces de hacer tu perfil menos atractivo para los estafadores. Asimismo, considera el uso de servicios de protección de identidad que monitorean el uso indebido de tus datos en la web.
Los esquemas de «brushing» son solo una de muchas tácticas que utilizan los fraudes para atacar nuestra información personal. Mantener una vigilancia continua sobre tu vida digital es imprescindible en este entorno cada vez más complejo, donde la conveniencia a menudo se entrelaza con el riesgo.
Fuente: WeLiveSecurity by eSet.

