Febrero de 2025 ha traído consigo una serie de desarrollos significativos en el ámbito de la ciberseguridad, que van desde la disminución de los pagos por ransomware hasta las brechas de seguridad que han afectado a varias empresas.
En un notable giro, los pagos por ransomware han disminuido un 35% en 2024, un hecho que resalta un cambio en la dinámica del cibercrimen. Este descenso puede ser indicativo de una mayor conciencia sobre la importancia de la prevención y la recuperación ante desastres en las organizaciones.
Sin embargo, la realidad es que las pequeñas y medianas empresas (PYMEs) en la Unión Europea aún enfrentan un desafío considerable en términos de ciber-resiliencia. Según estudios recientes, estas empresas están, en promedio, un 15% rezagadas en comparación con las grandes corporaciones. Esta brecha plantea preocupaciones sobre la seguridad de los datos y la capacidad de respuesta ante incidentes en un entorno donde las amenazas están en constante evolución.
Además, se ha observado una creciente utilización de herramientas de inteligencia artificial generativa por parte de grupos de amenazas avanzadas. Estos actores están empleando dichas herramientas no solo para la creación de códigos maliciosos, sino también para investigar a sus víctimas, lo que complica aún más el panorama de la ciberseguridad.
El mes también se vio marcado por varios incidentes de ataques de ransomware y brechas de datos. Entre los casos más destacados se encuentran los que afectaron a la Guardia Costera de los Estados Unidos y a la empresa de entrega de alimentos Grubhub, lo que pone de manifiesto la vulnerabilidad de incluso las organizaciones más prominentes ante este tipo de amenazas.
En conclusión, febrero ha sido un mes cargado de lecciones en el ámbito de la ciberseguridad, subrayando la necesidad de una vigilancia constante y de mejorar las prácticas de seguridad, especialmente entre las pequeñas y medianas empresas.
Fuente: WeLiveSecurity by eSet.