Las estafas online se disparan en el último trimestre: mayores en el punto de mira de cara a Black Friday y Navidad

Con el arranque del periodo de mayor consumo digital del año —Black Friday, Cyber Monday y la campaña navideña— aumentan los avisos por fraudes online y estafas tecnológicas. Según cifras oficiales del último ejercicio, las denuncias por estafas informáticas crecieron un 25 % en el último trimestre de 2024, con picos en noviembre y diciembre. Todo apunta a que la tendencia se repetirá si no mejoran la prevención y la claridad en los servicios digitales.

El colectivo mayor de 65 años —más de 9,8 millones de personas en España— soporta un doble riesgo: quedar fuera de la digitalización y ser objetivo prioritario de delincuentes que explotan la prisa, el desconocimiento o las interfaces confusas. El fraude que más se repite sigue siendo el phishing y sus variantes (smishing por SMS, vishing por llamada), a menudo disfrazado de mensajes de bancos, empresas de reparto, plataformas de compraventa o supuestos soportes técnicos.


Cómo operan los estafadores (y por qué suben en estas fechas)

  1. Mensajes urgentes o alarmistas: “han bloqueado su cuenta”, “pague tasas de aduana para recibir el paquete”, “verifique un cobro”.
  2. Enlaces trampa: páginas que copian la imagen de bancos o comercios para robar credenciales o datos de tarjeta.
  3. Falsas ofertas: anuncios con descuentos “imposibles” que redirigen a pasarelas de pago no seguras.
  4. Soporte técnico falso: llamadas que piden instalar aplicaciones de control remoto o solicitar códigos recibidos por SMS.
  5. Estafas en segundamano: supuestos compradores o vendedores que fuerzan pagos fuera de la plataforma.

La estacionalidad juega a favor del fraude: más compras online, más mensajes legítimos compitiendo en el buzón y menos tiempo para verificar. En ese ruido, un aviso mal diseñado o ambiguo puede ser todo lo que necesitan para colarse.


Cinco claves de prevención (especialmente útiles para personas mayores)

1) Contraseñas robustas + doble factor (2FA).
Frases largas y únicas por servicio; activa 2FA en banca, correo y mensajería. Si llega un código que no has pedido, no lo compartas.

2) Duda de la urgencia y verifica por canal oficial.
No pulses enlaces de SMS o correos inesperados. Entra a la app oficial o teclea tú la dirección; si llaman, cuelga y devuelve la llamada al número que figura en la web oficial.

3) Actualiza sistema y aplicaciones.
Activa actualizaciones automáticas en móvil, tablet y ordenador; elimina apps que no uses.

4) Revisa el cobro antes de pagar.
Pasarela de pago https, candado visible y comercio conocido. Desconfía de ofertas excesivas y de pagos por métodos no rastreables.

5) Menos jerga, más claridad.
Pide a bancos, comercios o administración avisos simples y verificables: si no se entiende, no actúes.


Señales de alerta rápidas

  • Remitentes con dominios raros o faltas de ortografía.
  • Enlaces acortados o archivos adjuntos inesperados.
  • Peticiones de códigos o claves por teléfono/SMS.
  • Presión del tipo “hoy o se bloquea”.

Checklist para familias y cuidadores

  • Configura 2FA y revisa permisos de apps en los dispositivos de la persona mayor.
  • Crea una lista de teléfonos de confianza (banco, médico, familiares).
  • Deja a mano un decálogo antiestafas: no pulses enlaces; no compartas códigos; si dudas, llama.
  • Acompaña en la primera compra online o en trámites digitales nuevos.
  • Programa un “día de revisión” mensual: actualizaciones, contraseñas y suscripciones.

Si ya has caído en el fraude: qué hacer paso a paso

  1. Contacta con tu banco de inmediato para bloquear la tarjeta/cuenta y revertir cargos si procede.
  2. Cambia contraseñas y cierra sesiones en todos los dispositivos.
  3. Reúne pruebas (capturas, correos, números de teléfono).
  4. Denuncia en Policía Nacional/Guardia Civil (presencial o telemática).
  5. Solicita orientación en el 017 (línea gratuita de ayuda en ciberseguridad) para apoyo técnico y de consumo.

Qué pueden hacer instituciones y empresas

  • Lenguaje claro y pruebas con personas reales (incluidas mayores) antes de lanzar cambios.
  • Avisos reconocibles, rutas de verificación en app/web y canales cortos para reportar fraude.
  • Educación digital continuada (talleres locales, bibliotecas, centros de mayores).
  • Medidas por defecto: 2FA activado, límites de riesgo y alertas configuradas desde el alta.

En resumen

El mayor riesgo no está en la tecnología, sino en cómo se diseña y comunica. La última milla de la seguridad es la comprensión: mensajes claros, pasos cortos y verificación sencilla. Con el trimestre más crítico a la vista, prevenir es más barato que lamentar: duda, verifica y comparte la alerta con quien más lo necesita.

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