La inteligencia artificial es un tema de actualidad que despierta entusiasmo, temor y debates constantes. La investigadora y científica informática Mária Bieliková ha compartido sus perspectivas sobre el impacto de la IA en la humanidad, así como sobre los dilemas éticos y de confianza que esta nueva tecnología plantea. Tras recibir el ESET Science Award, Bieliková expresó su gratitud y felicidad, destacando que el premio no solo es un reconocimiento a su trabajo individual, sino también a la colaboración de un equipo de personas que han estado a su lado en su trayectoria profesional.
Bieliková, quien también cofundó el Instituto Kempelen de Tecnologías Inteligentes, mencionó que la IA se encuentra en un punto decisivo, donde sus avances pueden cambiar radicalmente la forma en que interaccionamos con la tecnología. Ella señaló que si bien hay una gran expectativa sobre el potencial de la IA para resolver problemas globales, como el desarrollo de nuevos medicamentos, también existen riesgos asociados a su uso, como la creación de desinformación y la manipulación del pensamiento humano.
En relación a cómo se imagina el futuro, Bieliková reflexionó que el mundo ha sido siempre incierto, pero que hoy la rapidez de los cambios tecnológicos intensifica esta incertidumbre. A medida que los sistemas de IA avanzan, desafíos como la confianza en estos modelos se vuelven cruciales. La investigadora subrayó que la inteligencia emocional y la necesidad de comunidades sólidas serán competencias esenciales para las futuras generaciones, ya que los conocimientos académicos tradicionales pueden no ser suficientes en un mundo dominado por la tecnología.
Respecto a la creatividad, Bieliková afirmó que aunque la IA puede generar obras de arte, su producción es fundamentalmente diferente a la creatividad humana, que se basa en experiencias y relaciones. La artista puede buscar expresar algo que resuene a un nivel emocional profundo, algo que la IA, por su naturaleza, no puede replicar. La esencia del arte reside en su capacidad de conectar a las personas, un aspecto que podría verse reducido si la generación de contenido creativo recae únicamente en máquinas.
Sobre la regulación de la IA, la científica aboga por un enfoque que integre la ética desde el inicio de los desarrollos tecnológicos. La colaboración entre los sectores público y privado es esencial para garantizar que la IA se utilice de manera responsable y que sus efectos sean analizados adecuadamente. Bieliková concluyó que es fundamental valorar la investigación que evalúa el impacto de la IA en la sociedad para así fomentar un avance sostenible y enriquecedor para todos.
Fuente: WeLiveSecurity by eSet.
