Pavel Durov defiende el cifrado de Telegram ante presiones de la UE para implantar puertas traseras

El fundador de la plataforma de mensajería insiste en que la privacidad no puede ser sacrificada en nombre de la seguridad: “Nunca hemos revelado ni un solo byte de mensajes privados”.

Pavel Durov, fundador de Telegram, ha vuelto a posicionarse con firmeza frente a los intentos de las autoridades europeas por introducir puertas traseras en las aplicaciones de mensajería cifrada. Tras el reciente rechazo en la Asamblea Nacional de Francia de una ley que habría obligado a las plataformas a permitir el acceso policial a mensajes privados, Durov ha calificado la medida de “grave amenaza para la privacidad y la seguridad de los ciudadanos”.

En declaraciones realizadas desde su canal oficial de Telegram, Durov recordó que el objetivo del cifrado no es proteger a criminales, sino garantizar los derechos fundamentales de millones de personas. “Una vez que se introduce una puerta trasera, esta puede ser explotada por otros actores: desde hackers hasta servicios de inteligencia extranjeros”, alertó el empresario ruso. “No existe manera técnica de asegurar que solo la policía acceda a esa puerta”, insistió.

Una batalla constante por la privacidad

El debate se reactivó a raíz de los planes de la Comisión Europea, que a principios de abril propuso una estrategia para incluir puertas traseras en aplicaciones de mensajería como parte de su nueva Estrategia de Seguridad Interior. Estas medidas buscan dotar a las autoridades de herramientas para combatir delitos como el narcotráfico, el terrorismo o la explotación sexual infantil.

Sin embargo, Durov considera que esta vía es contraproducente: “Aunque las aplicaciones más grandes implementaran puertas traseras, los delincuentes seguirían comunicándose mediante herramientas más pequeñas o desconocidas, y utilizarían VPN para ocultar su rastro, lo que dificultaría aún más su persecución”.

Telegram, según su fundador, estaría dispuesto a abandonar cualquier mercado donde se le obligue a debilitar su cifrado. “A diferencia de algunos competidores, nosotros no cambiamos privacidad por cuota de mercado”, declaró. Añadió que, en 12 años de historia, la plataforma nunca ha revelado un solo byte de mensajes privados.

Cooperación limitada, pero legal

En cumplimiento con la Ley de Servicios Digitales de la UE, Durov sí admite colaborar con las autoridades judiciales cuando existe una orden válida. “Podemos entregar direcciones IP y números de teléfono de sospechosos, pero no sus mensajes”, aclaró.

También advirtió del riesgo que supone normalizar este tipo de medidas: “Ningún país es inmune a la erosión progresiva de las libertades. Cada día, esas libertades se ven amenazadas, y cada día debemos defenderlas”.

Un precedente europeo

El rechazo de la Asamblea Nacional francesa a la ley que pretendía imponer puertas traseras fue celebrado por Durov como una “victoria para la libertad”. Según él, de haberse aprobado, Francia se habría convertido en el primer país del mundo en prohibir de facto el cifrado privado, algo que “ni siquiera las naciones con menos tradición democrática han llegado a hacer”.

El futuro del cifrado en Europa está lejos de resolverse. La Comisión Europea continúa promoviendo mecanismos de acceso excepcional a comunicaciones cifradas, mientras que plataformas como Telegram se erigen como defensoras férreas de la privacidad digital. La tensión entre seguridad nacional y derechos fundamentales parece, por tanto, destinada a continuar.

“Perder la protección del cifrado sería trágico. Tenemos que seguir explicando a los legisladores que el cifrado protege a la gente común, no a los delincuentes”, concluyó Durov.

fuente: Canal Telegram

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