La crisis del costo de vida ha llevado a muchas personas a buscar trabajos extra o nuevas oportunidades laborales mejor remuneradas. Sin embargo, esta búsqueda también ha creado un caldo de cultivo para estafadores que se aprovechan de las circunstancias económicas adversas. En 2024, se estima que los fraudes relacionados con el empleo reportados al FBI generaron ganancias superiores a 264 millones de dólares para los delincuentes, destacando un tipo particular de estafa: las «estafas de tareas».
Estas estafas, también conocidas como «task scams», han ido en aumento, con un alarmante incremento en los reportes: 20,000 casos en la primera mitad de 2024, en comparación con solo 5,000 en todo 2023. Estos esquemas pueden parecer inverosímiles, pero captan a las víctimas inicialmente ofreciendo ingresos fáciles a cambio de realizar tareas sencillas en línea. A menudo, el engaño comienza con un mensaje no solicitado a través de SMS o redes sociales, donde se promete una remuneración atractiva por actividades aparentemente simples, como dar «me gusta» a contenido en línea o realizar tareas de optimización de aplicaciones.
Una vez que la víctima se inscribe y comienza a «trabajar», se le indicará que debe pagar un «depósito» para poder acceder a sus ganancias, generalmente a través de criptomonedas. Después del pago, el dinero desaparece y la víctima se queda sin forma de recuperar sus pérdidas. A menudo, los estafadores fomentan la ilusión de éxito al invitar a las víctimas a chats grupales donde otros supuestos «ganadores» comparten sus experiencias, pero estos son, en realidad, cómplices del fraude.
Los problemas con las estafas de empleo no terminan ahí. Otras tácticas incluyen anuncios de trabajo falsos en plataformas legítimas, mensajes de reclutadores fraudulentos y respuestas engañosas a currículos publicados en línea, donde los estafadores buscan robar información personal y dinero.
Para protegerse de estos fraudes, es crucial mantenerse alerta. Algunas pautas incluyen evitar responder a ofertas de trabajo no solicitadas, investigar a fondo a cualquier reclutador que se comunique, no pagar ninguna cantidad por adelantado y ser cauteloso al compartir información personal. Las oportunidades laborales demasiado buenas para ser verdad a menudo lo son.
Con la gamificación de este tipo de estafa, muchas víctimas quedan atrapadas en un ciclo de promesas y pagos. Protegerse es fundamental para evitar caer en esta trampa, que podría costarles no solo dinero, sino también la confianza en futuras oportunidades laborales.
Fuente: WeLiveSecurity by eSet.