Romance Scam: La estafa amorosa que rompe corazones y bolsillos

La estafa romántica, conocida como romance scam, es un delito que cobra especial relevancia en épocas festivas como la Navidad, donde la vulnerabilidad emocional se intensifica. Este tipo de fraude, que ha dejado a muchas víctimas sin dinero y con el corazón roto, se centra en engañar a la persona haciéndole creer que está construyendo una relación sentimental genuina. Según Enric Soler, profesor de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), «el delincuente se aprovecha de la vulnerabilidad emocional para pedir dinero una vez que se ha ganado la confianza de la víctima». Solo en los Estados Unidos, se estafaron 1.300 millones de dólares en 2022, afectando a unas 70.000 personas.

Las redes sociales, como Instagram y Facebook, se han convertido en los canales más populares para ejecutar estas ciberestafas. La víctima típica de estas estafas es una mujer de mediana edad, con independencia económica y con estudios superiores. Estas mujeres suelen buscar una relación duradera y comparten un ideal romántico del amor, lo que las hace más vulnerables a este tipo de estafadores.

Los ciberdelincuentes, a menudo hombres con rasgos de personalidad narcisistas y psicopáticos, utilizan perfiles falsos con fotos robadas para atraer a sus víctimas. Se hacen pasar por hombres de mediana edad, atractivos y con estabilidad emocional y económica. La relación entre la víctima y el estafador normalmente comienza en sitios de citas o redes sociales y, una vez establecido el contacto, se traslada a correos electrónicos o mensajería instantánea.

El engaño es concienzudo y sigue patrones preestablecidos. Después de declarar su amor, el estafador inventa una trama para pedir dinero, con historias que varían desde tragedias repentinas hasta impedimentos para visitar a la víctima. Las cantidades solicitadas comienzan siendo pequeñas y aumentan progresivamente.

El anonimato en línea y el uso de perfiles falsos dificultan en gran medida el enjuiciamiento de estos delincuentes. Además, la vergüenza que sienten las víctimas por haber sido estafadas a menudo impide que denuncien estos delitos. Sin embargo, toda información digital deja un rastro, y es posible rastrear y capturar a estos ciberdelincuentes.

Para evitar caer en estas estafas, es crucial ser conscientes de la existencia de este tipo de delitos. Los expertos recomiendan mantener la calma, ser precavidos, no apresurarse en las relaciones, y sobre todo, no entregarse a promesas hechas por internet. La prevención y la educación son claves para protegerse de estos ciberestafadores que, aprovechándose de la vulnerabilidad emocional, buscan vaciar bolsillos y romper corazones.

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