El servicio de correo electrónico es uno de los principales propagadores de malware, virus y códigos maliciosos varios. Sólo en España un análisis indica que el 70% de los mails que se comparten son spam, esto quiere decir que se trata de publicidades engañosas y potenciales archivos nocivos para nuestro sistema operativo.
En España hay 30 millones de usuarios de Internet, de ellos 27 millones también utilizan servicios de correo electrónico. Los datos de Malify, una start-up española dedicada al estudio de marketing vía email estima que se envían cerca de 2100 millones de correos diarios y un usuario recibe aproximadamente 79 mails en 24 horas. Entre 20 y 25 llegan al buzón, divididos entre la bandeja de entrada y una carpeta de spam.
Sin embargo, cerca de 1500 millones de mails son bloqueados por los filtros anti-spam pero aún así cada usuario español pasa entre 10 y 20 minutos eliminando spam de su buzón. A la hora de diferenciar el correo electrónico hablamos de spam (correo no solicitado) y correo no deseado.
En España el 80% de los correos electrónicos no solicitados forman parte de planes de cibercriminalidad, principalmente casos de fraude hacia los usuarios y robo de información sensible. A nivel mundial España se ubica entre los 11 países más infectados por ataques informáticos.
El 20% restante de los correos electrónicos spam son simplemente publicidad no deseada que utilizan las empresas para intentar vender sus productos de forma más efectiva. El spam es un término difícil de definir ya que el punto de vista subjetivo también incluye en la organización de los correos electrónicos.
Las campañas de mailing que llevan el spam a los usuarios están basadas principalmente en gustos y enfoques que el usuario va llenando cuando se registra en páginas y servicios de Internet. Una buena forma de evitar el spam es revisando cuidadosamente lo que llenamos en cada servicio para que no haya sorpresas.