Las armas nucleares de Corea del Norte forman parte de los problemas internacionales que tienen en vilo al gobierno de los Estados Unidos. El presidente Barack Obama, y su homólogo chino Xi Jinping, coincidieron en que Corea debe renunciar a sus armas nucleares, pero no parece que vaya a haber una respuesta satisfactoria desde el país asiático en cuestión.
En la conferencia Obama y Xi tocaron diferentes temas, incluso realizaron una charla al aire libre que duró cerca de 50 minutos y una extensa discusión acerca de las medidas para moderar a Corea del Norte y evitar la escalada de conflictos. En los últimos meses los discursos de corte bélico de China han mantenido a los diferentes involucrados en seguridad internacional muy atento ante posibles movimientos.
Los presidentes de China y Estados Unidos acordaron que no aceptarán a Corea del Norte como una nación con potencia nuclear, y ante la negativa del país coreano también surgieron temáticas relacionadas con la seguridad informática.
Los ataques de origen chino a diferentes empresas y sitios estadounidenses fueron otro de los puntos importantes al analizar la coyuntura política de ambas naciones. Obama sostuvo que los ataques informáticos pueden ser muy malos para las relaciones económicas y políticas de ambas naciones ya que es imprescindible lograr cooperación y tolerancia entre ambas naciones.
Obama acerca directamente sus críticas a los ciberataques chinos, pero buscó mostrar una reunión cordial con el presidente chino de cara a mejorar la relación entre ambas naciones, que a menudo parecen distantes y frías.
Con la aparición de un enemigo en común que amenaza la paz del mundo con sus amenazas nucleares, la demostración de solidaridad y trabajo conjunto de Estados Unidos y China es una forma sólida de enfrentar el avance de los enemigos de ambas naciones.