Entre las múltiples amenazas informáticas que existen actualmente sin dudas Flame es una de las más complejas. Tiene dos características importantes que lo convierten en una gran amenaza: es muy sofisticado y se ha vuelto masivo.
Empezó infectando distintos ordenadores y servidores en ciudades iraníes y desde allí se ha propagado hasta otros países. Los expertos en seguridad creen que se trata de un proyecto de espionaje a escala global que forma parte de la guerra de espionaje cibernética entre Estados Unidos y diferentes países de Oriente Medio.
La empresa rusa Kaspersky Lab detectó por primera vez el malware. Se trata de una herramienta utilizada para conseguir información sobre los usuarios desde servidores de Irán, Siria, Sudán, Líbano y otros países de Oriente Medio y África del Norte.
Los primeros análisis del virus Flame confirman que es un programa diseñado para espiar la navegación de los usuarios infectados y robar distintos datos personales, desde documentos y conversaciones grabadas hasta secuencias de teclado. Además deja abierta una puerta trasera para permitir a los piratas informáticos modificar la aplicación y obtener otros datos de acuerdo a las rutinas de navegación del usuario.
Una vez instalado en la computadora, Flame pesa 20 MB y cuenta con diferentes bibliotecas, niveles de cifrado y bases de datos SQLite3. Además se han encontrado al menos 20 complementos para que los piratas puedan realizar distintas tareas de espionaje según la ocasión.
Los ataques de Flame habrían empezado en 2010 según Kaspersky, y al tratarse de un virus de espionaje tan sofisticado aumenta la preocupación acerca de una ciberguerra entre diferentes naciones alrededor del globo. El virus puede prender el micrófono, grabar conversaciones, tomar capturas instantáneas y envía los registros regularmente a las computadoras de los invasores.
