Un detalle que está muy relacionado con la seguridad informática es el de la piratería. Las habilidades de los hackers para extraer contenido audiovisual y realizar copias para subirlas a Internet no es solamente una forma de violación de los derechos de autor, sino también una amenaza para el cine de autor y las salas de cine.
Recientemente el dueño de Alta Films, Enrique Gonzalz Macho, decidió cerrar varias de sus salas de cine donde proyectaba cine de autor y películas comerciales en España. ¿La razón? Cada vez menos gente va al cine porque pueden descargar las películas y verlas en casa de forma gratuita.
Además de la falta de gente en las salas de cine, también la industria del DVD ha desaparecido. Es un momento singular para los desarrolladores de contenido audiovisual y aún más para los dueños de salas de cine.
Ha dejado de ser un negocio rentable debido a que la informática permite descargar las películas y verlas en casa sin restricciones. Pero hay una gran paradoja en todo esto: ahora el cine de autor tiene más espectadores que nunca gracias a la piratería.
A diferencia de las épocas donde solamente llegaban las películas de Hollywood, ahora el espectador puede elegir diferentes series y películas independientes con gran facilidad. No hay que esperar ciclos dedicados a un cineasta en particular, todo se trata de encontrar el lugar correcto desde donde bajar las intas.
Esto nos lleva a pensar que quizás es hora de cambiar el negocio audiovisual y la forma en que se comparten sus contenidos. Al ser tan sencillo que llegue a miles de espectadores, quizás va siendo hora de que los desarrolladores busquen una forma de hacer sus productos atractivos desde el punto de vista económico. Así como las aplicaciones en móviles, lograr precios reducidos y distribuir de forma digital los productos. ¿Cómo será el futuro del cine a partir de ahora?
